CONCURSO NACIONAL DE ANTEPROYECTOS

CONCURSO NACIONAL DE ANTEPROYECTOS

 

equipo: PABLO CARBALLO + MARICRUZ ERRASTI + JUAN PABLO ACCOTTO + MAURO BARRIO + SIGFRIDO STIEGER

colaborador: AGUSTÍN GARCÍA HAAG

lugar: CABA, BUENOS AIRES

año: 2018

MEMORIA DESCRIPTIVA

 

La nueva fachada para el Edificio Tribunal Fiscal, parte de considerar al conjunto del edificio histórico con la futura intervención como un todo indivisible. Solo así, desde esta perspectiva global, se puede garantizar que la futura ampliación funcione de manera conjunta, sin interrumpir el funcionamiento del actual edificio y tampoco la continuidad de su imagen urbana en fachada, buscando respetar el carácter patrimonial de la institución. Para ello, la actuación arquitectónica se plantea bajo las siguientes premisas: 

- Búsqueda de una imagen e identidad que, por encima del sustrato histórico-arquitectónico sobre el que se actúa, dote de una singularidad e imagen contemporánea a la institución del Edificio Tribunal Fiscal.

- Respeto a ese sustrato histórico y patrimonial.

- Diafanidad y utilidad del elemento fachada, entendiendo que lo que recubre al edificio desde el exterior, también tiene una impronta en el lado interior.

- Aumento sustancial de las superficies de archivo respecto a las actuales.

 

MIMESIS, IMITACIÓN Y METAMORFOSIS

 

El programa arquitectónico de la fachada y medianera del nuevo Edificio Tribunal Fiscal (FMETF), se estructura a partir de la continuidad del sistema de composición clásico del edificio existente (basamento, cuerpo y coronamiento) pero reinterpretados bajo una mirada contemporánea. La acción sobre el patrimonio pretende de esta manera, mantener la esencia compositiva y las relaciones escalares de lo existente. 

El nuevo basamento se presenta como un atrio urbano con un carácter más abierto, que busca mimetizarse con los edificios colindantes mediante la utilización de carpinterías metálicas que regulan los flujos de movimientos. El cuerpo del edificio, por su parte, se desarrolla a partir de una superposición de layers generando, por un lado, una cáscara exterior de piedra, que busca imitar - a modo de espejo– la fachada existente y por otro lado, una cáscara interior que incorpora programa de guardado y confort climático, componiendo así una doble fachada “interface” exterior-interior. Por último, el coronamiento repite hacia el frente el mismo esquema del basamento e incorpora la resolución de la imagen urbana de la medianera. 

 

MURO ÚTIL: ACONDICIONAMIENTO CLIMÁTICO Y ARCHIVO

 

La orientación sur de la nueva fachada del Edificio Tribunal Fiscal, fue también un factor clave para determinar las acciones a seguir sobre la fachada. La disposición y tamaño del aventanamiento propuesto responde no solo a cuestiones compositivas canónicas, sino también a cuestiones climáticas. En este sentido, se trabaja con carpinterías de aluminio, color gris petróleo y con vidrios DVH, de tamaño reducido pero que permiten iluminar y ventilar los ambientes de todos los pisos de manera equitativa.  

Exteriormente, la propuesta se resuelve mediante la utilización de placas de roca compuesta (tipo DEKTON), de color gris claro, que por su alta performance a la intemperie y su nula porosidad, garantizan un bajo mantenimiento para una obra pública. Por su parte, la fachada sobre medianera se trabaja de igual manera con layers, pero de distinto espesor, y su terminación se realiza en placas de aluminio anodizado color gris petróleo, donde sus entrantes y salientes generan un juego dinámico entre luces y sombras y entre sus llenos y vacíos. Todo este empaquetado, permite un sinfín de colores y texturas según las horas del día y la iluminación, en contrapartida a la fachada plana de la cara frontal del edificio, generando así un paisaje urbano más dinámico. 

El cuerpo interior, se resuelve a partir de un muro doble de ladrillo cerámico con aislación térmica al que se le adosa un mueble (muro útil), que aumenta la superficie de guardado y archivo. El espesor del muro resultante, se utiliza como un regulador climático. 

CONCLUSIÓN

 

La aspiración principal de esta propuesta es la de poner en valor el patrimonio histórico del edificio existente, a través de una intervención arquitectónica que dialoga con las preexistencias y que genera, a su vez, una fachada útil y contemporánea, entendiendo que el futuro edificio será también parte de la historia en el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires.  

La tecnología utilizada como un recurso formal, a modo de un empaquetado del esqueleto edilicio, y el tratamiento de las fachadas como una única piel, permite la articulación de volúmenes que albergan tanto espacios útiles como también elementos técnicos de acondicionamiento y confort climático.