coordinadores: MARICRUZ ERRASTI + JAVIER GIORGIS + DIEGO SABATTINI
equipo: Claudio Carranza / Paula Ceballos / Sergio Juan / Gabriela Borda Bossana / Florencia Gonzalez / Manuel Garcia / Emilse Bordon / Jesica Zapata / Betiana Ghirard Aramburu / Saulo Martín
Taller de Proyecto - FAUD/UNC- 03 al 07 de Septiembre - 2012
Introducción
La ciudad moderna confinó a las infraestructuras a desempeñar el rol de ingenierías de servicio, escindiendo de su propósito específico cualquier otra connotación urbana. De esto surgen innumerables casos de tensión entre el carácter artefactual de las infraestructuras y el tejido de la ciudad, cuando no de imposición y ruptura drástica entre el sustrato histórico de la ciudad y la emergencia funcionalista de satisfacer las demandas crecientes de flujos, movilidad, transporte, energía y servicios propios de una urbe contemporánea.
La asociación entre programas arquitectónicos mixturados e infraestructuras de servicio se revela como un campo de experimentación de alta eficacia a la hora de revertir los procesos de fragmentación, tugurización y deterioro que se despliegan en nuestras ciudades. Esta conciliación entre arquitectura y ciudad le confiere al Proyecto
Urbano un nuevo estatuto, que lo transforma en un instrumento idóneo para abordar la complejidad de las problemáticas urbanas, así como las propias de la ciudad que tienen alcance territorial. “Territorios en movimiento” es, entonces, una invitación a reflexionar a través del proyecto sobre aquellos espacios urbanos de alta complejidad, en este caso, las periferias urbanas, que constituyen el resultado de la condensación de múltiples procesos a lo largo del tiempo, no siempre coordinados y planificados.
Como ámbitos de transición, atravesados por las tensiones propias de los territorios de borde, las periferias son vistas como espacios residuales despojados de cualidades propias, configuradas por todo aquello que la ciudad expulsa, situadas en el arco opuesto de la centralidad dentro del ranking de valoración de los espacios urbanos.
Sin embargo, desde otro punto de vista, constituyen ámbitos de oportunidad: como producto de fenómenos de crecimiento urbano y dinámicas urbanas diversas acumuladas en el tiempo se presentan, por un lado, como verdaderos mosaicos de actividades, estratos sociales y jurisdicciones administrativas, y por otro, como densos
paisajes infraestructurales que albergan conectividades, flujos y piezas arquitectónicas de envergadura. En ambos casos, constituyen territorios en estado de mutación permanente, más flexibles y maleables que otras porciones de la ciudad para contener nuevas formas de relaciones sociales y productivas, y absorber así aquellos programas que los diferentes escenarios territoriales demandan.
Campo de operativo del proyecto urbano: La Reserva Verde Parque del Este de la ciudad de Córdoba
Situada en un territorio de frontera entre la llanura pampeana y los cordones serranos, Córdoba ocupa un valle y se inscribe originariamente junto a un río y un arroyo, sobre una planta fundacional rodeada de barrancas que contuvieron sus avances urbanos a lo largo de tres siglos. Una vez sorteados los accidentes naturales, en el último siglo y medio la ciudad emerge de aquel claustro primigenio para extenderse en todas las direcciones, estimulada por los procesos migratorios, la iniciativa de promotores privados y la obra pública de gobierno. Asimismo, el buen aire serrano, las estaciones ferroviarias, los caminos de acceso a la ciudad y las plantas industriales son algunos de los factores que definieron directrices en el crecimiento de la mancha construida, multiplicando su superficie y complejizando la vida urbana. Dicho crecimiento no fue parejo: una marcada expansión hacia el noroeste, en dirección a la sierras; un crecimiento lógico hacia el norte y sur, sobre áreas atravesadas por los principales corredores nacionales; una extensión interrumpida hacia el oeste y este, debido a la presencia de predios militares, en un caso, y a las pronunciadas barrancas, en el otro. Este último es el caso que nos ocupa: el sitio de emplazamiento de la denominada Reserva Verde Parque del Este de la ciudad de Córdoba.
Se trata de un territorio de dimensiones múltiples -productiva, residencial, histórica: que posee una situación de accesibilidad privilegiada y de cercanía, tanto al Área Central de la ciudad, como al entorno productivo del Cinturón Verde y áreas industriales. Localizada en la periferia este, abarca una superficie de más de 200 Ha sobre una extensa depresión natural rodeada de barrancas, que interrumpe la continuidad de la mancha urbana, condición paisajística particular en el contexto de la ciudad de Córdoba. Se sitúa junto a la Ruta Nacional Nº 19, una de las principales vías de penetración a la ciudad, y se encuentra limitada al norte y oeste por diversos barrios
residenciales, al sur, por el cauce del río Suquía y el predio del “Campo de la Ribera” -hoy, parque sectorial y uno de los denominados Espacios de la Memoria-; y al este, por la Avenida de Circunvalación y sus distribuidores de tránsito.
Pese a su relativa proximidad al Área Central constituye un espacio “residual”, donde las condiciones topográficas dificultan la expansión urbana y alteran la conectividad entre los barrios aledaños, transformando al área en un gran bolsón que, a lo largo del tiempo, ha receptado aleatoriamente diversos usos. Como expresión de la ausencia de planificación y control del espacio urbano por parte de la propia ciudad, la Reserva del Este es el resultado de la suma de acciones no coordinadas y, a veces, incompatibles entre sí.
SEMINARIO – TALLER DE PROYECTO URBANO
Cinco enfoques temáticos y líneas de indagación
La elección de la Reserva del Este como campo operativo del proyecto implicaría imaginar su incorporación definitiva a la ciudad abandonando su actual condición de espacio residual, punto de conflicto y desorden urbano.
Ello abre una serie de oportunidades para el área y el conjunto de la ciudad que se sintetizan a continuación:
>1. Infraestructuras de soporte [conectivas y de servicios]
El completamiento de la red vial primaria (Avenida Costanera) y de las obras acompañantes (viaductos, puentes, colectoras, nudos viales) y el armado de una malla viaria transversal en sentido norte-sur (posiblemente, el tramo de la Ronda Urbana y otros ejes de menor jerarquía), eliminaría el carácter de obstáculo-barrera de la propia
Reserva. De igual manera, la amortiguación de los corredores de escala metropolitana y regional en su tramo de ingreso a la ciudad y al área (salto de escala de la Ruta Nacional Nº 19 que deriva en las calles Rincón y Armenia de calibre barrial; o el impacto de la Avenida Circunvalación), que lleva implícita la cualificación paisajística de unos de los accesos principales a la ciudad de Córdoba. Por otra parte, la oportunidad que encierra el completamiento y las adecuaciones de ejes viales para la concreción de corredores que atraviesan el conjunto de la ciudad (Avenida Costanera-Sistema del Río Suquía, como estructurador del sector, corredor vial y de transporte público masivo a escala urbana).
>2. Arquitecturas de la producción, el ocio y el consumo [inserción de actividades]
La Reserva del Este es de los mayores bolsones urbanos disponibles dentro del área que circunscribe la Avenida de Circunvalación, con capacidad para albergar proyectos de envergadura y mixturación de actividades de diversa naturaleza. La proximidad al Centro de Participación Comunal (CPC) posibilita la articulación de usos de escala urbana con centralidades barriales. Si bien las características del relieve, las condiciones ambientales y los conflictos derivados de la superposición de usos indebidos, suponen costos adicionales para su posible urbanización, el aprovechamiento de este espacio como un nodo de centralidad conllevaría ventajas para el
conjunto de la ciudad, por su potencial de desarrollo no vinculado al sector industrial en declive, sino a un programa más abarcativo tendiente a la ampliación de las típicas funciones centrales que incluye la presencia de industrias de servicios y empleos en el sector terciario, equipamiento social a escala ciudad, grandes superficies de
verde y residencias de media y baja densidad. Asimismo, es una oportunidad de reordenar incumbencias administrativas y promover el saneamiento de tierras. Y en términos más generales, establecer modos de intervención en las periferias urbanas metropolitanas.
>3. Arquitectura del paisaje [espacio público]
Un proyecto sobre la Reserva del Este, conservando parte de uso como espacio verde, conlleva su incorporación al sistema de verde público recreativo, en este caso, como parque de escala urbana y metropolitana articulado, por un lado, con el Sistema del Río Suquía, en su carácter de parque lineal, por otro, con el Cinturón Verde y las futuras alternativas de reconversión en parque agrícola. También, el Parque de la Ribera merece una consideración como parque sectorial, aún no del todo integrado. Asimismo, las particularidades del soporte natural de la Reserva y una intervención respetuosa del mismo, implicarían abrir a la ciudad un espacio diferente en
términos paisajísticos para el uso público.
>4. Nuevos paisajes habitativos [diseño de tejidos para la periferia]
Repensar el futuro de la Reserva del Este implica proyectar soluciones en dos direcciones: por un lado, aquellas que contrarresten la situación de fragilidad social del área que se manifiesta particularmente en las condiciones precarias de habitabilidad de los asentamientos informales (erradicación/radicación, inserción urbana, incorporación de los nuevos planes de vivienda PROMEBA que no cuentan con los estándares de urbanización adecuados, etc.), y por otro, soluciones tendientes a reforzar la presencia de lo público a través de equipamientos sociales, servicios comunitarios y espacio público. Ello, en un planteo general de urbanización orientada a las
diversas demandas habitacionales en el marco de una potente mixturación de actividades.
>5. Infraestructuras ecológicas metropolitanas [arquitecturas de remediación ambiental]
Proyectar sobre la Reserva del Este implica necesariamente un saneamiento ambiental general, tendiente a la remedación de los impactos acumulados en el tiempo, producidos por la extracción abusiva de áridos, la condición de basurero espontáneo a cielo abierto, la contaminación de las aguas del río Suquía por la deficiencias de la
planta potabilizadora de líquidos cloacales y la presencia de efluentes no sistematizados proveniente de los asentamientos informales situados predominantemente en las zonas de barrancas.